Los grupos neopentecostales anti-derechos en Guatemala
Blog grupos anti-derechos
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El discurso fundamentalista moralista (pro-familia, pro penalización del aborto etc.) y que responde a intereses particulares (de poder y privilegio) se han articulado en una dinámica política regresiva para sostener el statu quo en la sociedad. En este contexto, las corrientes neopentecostales asumen un rol clave y se articulan con actores (ex)militares, económicos, criminales y políticos para impulsar sus particulares fines. Ello pasa en todo el mundo, pero estas prácticas y alianzas tienen particular presencia en Guatemala.
Desde ese punto de partida la oficina de Oxfam en Guatemala contrató un estudio para analizar las redes de poder económico, político e ideológico- que tienen tres mega Iglesias neopentecostales en Guatemala, sus alianzas y su modus operandi, e identificar cómo inciden en la reproducción de las desigualdades económicas y de género y el fortalecimiento de una agenda contraria a los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTIQ.
Los resultados evidencian, por un lado – aplicando el método del análisis de redes sociales – el entramado mercantil de las tres iglesias neopentecostales paradigmáticas en el país. Las iglesias neopentecostales se convierten en conjuntos empresariales más o menos complejos: una empresa familiar con varias sociedades, una corporación con empresas off-shore o un entramado invisible (vinculado a estructuras de lavado de activos del crimen organizado) que aparentemente utiliza testaferros. Si bien no hay suficientes datos para estimar el volumen económico que mueven estas iglesias, la investigación logra identificar pocas empresas alrededor de los emporios cristianos: 6 empresas con ventas anuales de aproximadamente US$ 10 millones alrededor del núcleo familiar López de la iglesia Fraternidad Cristiana de Guatemala y 10 empresas con ventas anuales de unos US$ 18 millones alrededor del núcleo familiar Caballeros de la iglesia El Shaddai. En el caso de Cash Luna (sobre el cual hay varias investigaciones por lavado de dinero) y la Casa de Dios no hay datos públicamente disponibles.
Por el otro lado, de acuerdo a su énfasis ideológico en la familia como institución social y religiosa, considerando como modelo de familia válida aquella que siga características patriarcales y heteronormadas tradicionales de padre, madre, hijos/as y roles de género delimitados al ámbito privado/doméstico para las mujeres y público para los hombres; en el ámbito político-institucional se observa que las iglesias neopentecostales impulsan incidencia propia en relación a leyes que consideran clave para mantener y fortalecer su visión en torno a la “familia” y la “vida”. No obstante, la red de lobby político es más amplia.
De esa cuenta, se puede identificar que el lobby de los actores neopentecostales va hacia dos líneas, respondiendo tanto a sus intereses ideológicos y económicos –usando los ideológicos, la espiritualidad y la fé, para conseguir los económicos, detención de la lucha contra la corrupción y la impunidad. Es decir, su lobby político no se reduce a temas relacionados con su identidad religiosa (impulsando una agenda conservadora, protectora de la “familia” y la “vida”), sino, se ha insertado en la alianza de criminalización de operadores de justicia y de actores y entidades en defensa de los DDHH. Por ejemplo, en un caso reciente, bajo el argumento que “promueven el aborto Así se evidencia su inserción en una alianza diversa (religioso, académico, económico-tradicional) en el lobby político de la “agenda regresiva” (en materia de derechos de las mujeres como lucha contra corrupción e impunidad).
En ese contexto, no es de extrañar pues que el “lobby por la familia tradicional” está en manos de las mujeres casadas de la élite tradicional guatemalteca (se puede ver en la conformación de las entidades claves para la educación y el lobby político). Estas redes familiares se han mimetizado a lo largo de los siglos, conservando el poder económico y muchas veces político en Guatemala. Es una metamorfosis de las oligarquías, cuyas tramas de parentesco se transforman, pero mantienen vigencia en el ejercicio del poder.
Este estudio no ha sido lanzado al público en general, pero está disponible a solicitud de las y los lectores de esta plataforma. Ha servido para desarrollar el mapa de poder en la lucha contra la agenda regresiva, para, conjuntamente con las organizaciones socias en el trabajo sobre derechos sexuales y derechos reproductivos, desarrollar mejores estrategias organizativas y comunicacionales para contrarrestar y frenar las acciones que atentan contra los derechos humanos, especialmente los derechos sexuales y reproductivos.
